Las jóvenes generaciones viven en un entorno de aprendizaje que les permite disfrutar de los recursos digitales: películas y series, videojuegos, canales de YouTube, apps en teléfonos y tabletas, etc. Si el mundo cambia con las revoluciones industriales y esa industria se está reinventando, es por tanto necesario que también repensemos el modo en el que nuestros más pequeños aprenden. Por ello el aula debe ahora convertirse en un crisol de nuevas experiencias.

La formación fotográfica en el aula de infantil forma parte de una oferta educativa integral del Colegio Ártica, basada en el desarrollo de experiencias de aprendizaje variadas y ricas, con las que pretendemos trabajar de forma armónica sobre las distintas dimensiones de la personalidad del alumno como:

  • Enseñar a aprender: Hacer fotografía potencia la capacidad de aprender, pues se desarrollan las habilidades de aprendizaje a través de la exploración del entorno.
  • Potenciar la visualización espacial. El uso de la cámara promueve la habilidad de imaginar la manera en que varía una forma y su posición en el espacio. Sabemos que al hacer una captura trabajamos con formas y que se establecen una serie de relaciones visuales entre la cámara y el objeto o sujeto fotografiado que enseñan a coordinarnos en el espacio.
  • Generar la toma de decisiones.  Cada vez que se toma la cámara en la mano se toman decisiones: desde el encuadre y la posición de cámara hasta lo que se quiere transmitir. La toma de decisiones está implícitamente relacionada con la resolución de problemas.
  • Promover la creatividad como habilidad de aprendizaje. Construimos fotografías a partir del razonamiento deductivo, la comprensión, la memoria, y la creatividad, por tanto, se fomenta el pensamiento divergente y el pensamiento original.
  • Fomentar el aprendizaje holístico. La fotografía es un extraordinario vehículo para trabajar la interdisciplinariedad incluyendo otros contenidos y materias. La cámara se convierte en una herramienta expresiva de una gran riqueza y se complementa con otras disciplinas.
  • Impulsar el autoconocimiento.  La fotografía, como herramienta de educación en las escuelas, es una toma de contacto con la realidad, con sus límites, con sus reglas, …
  • Generar opinión:La fotografía es testimonial. Nace de la práctica de observar fotográficamente el mundo y describe fenómenos culturales, instala una mirada particular, cuyo deseo es sensibilizar y dar una opinión a través de sus imágenes. Compartir el trabajo realizado en asamblea ayuda a entender cómo se observa el mundo.
  • Promover la socialización: Nuestros pequeños, a través del aprendizaje cooperativo, ya poseen la capacidad de entrar en contacto con otros compañeros. La cámara es la herramienta que permite que los pequeños trabajen en equipo, se acerquen a otras personas de su entorno, interactúen, y exploren los temas que son de su interés.
  • Una oportunidad de explorar el mundo: Los ojos con los que se explora el mundo un pequeño difieren cuando se conecta con una realidad inexplorada, un entorno desconocido, nuevo y obliga a explorar y profundizar en su belleza con mayor consciencia. En definitiva, se aprende a ver.
  • Conecta con los hábitos positivos: La disciplina, la constancia, la curiosidad, la paciencia, el orden o la perseverancia son hábitos que transforman a los estudiantes. Trabajar la fotografía obliga a éstos a construir los hábitos positivos para asegurarse la definición de un plan y la acción que llevarán a cabo.