Estas semanas hemos desarrollado este taller experimental para estimular la capacidad de percepción de los más pequeños. 

El mural favorece el desempeño de actividades interactivas que promueven de un modo experimental el descubrimiento del color. 

Con tan solo cuatro años nuestros pequeños comienzan a tomar conciencia, en nuestro taller de artes plásticas, de la relación entre las variaciones tonales que ofrece el color y la com­prensión de algunos conceptos aplica­dos a este: cómo funcionan los colores primarios, los colores secundarios, los colores terciarios o las diferencias entre un color frío y un color cálido. 

No cabe duda de que el valor expresivo, promover actividades conectadas con el trabajo lúdico, colectivo y cooperativo da lugar a estas interacciones creativas con el color y sensibiliza a los más pequeños a hallar todo un amplio abanico de gamas cromáticas. 

La creación de estos murales posibilita que los niños sean plenamente conscientes del procedimien­to de elaboración de los matices de color que van aplicando sobre el papel. El niño puede saber de una forma empírica y experimental­ por qué surge un color concreto, cómo se comporta y cuál es el origen de los diferentes colores, o cómo la gravedad y la densidad de la mezcla genera atractivas formas caprichosas en sus creaciones. 

Permitir que estos pequeños compartan sus trabajos y expresen de manera espontánea su experiencia una vez finalizados hace que se sientan libres de prejuicios, fomenta su autoestima y favorece la interacción grupal y el aprendizaje consciente. 

Este vídeo que compartimos recoge esta experiencia que consideramos tan enriquecedora en esta etapa formativa. 

¿No os resulta maravilloso disfrutar del entusiasmo que esos pequeños muestran en esta actividad? Esperamos que lo disfrutéis tanto como lo hacemos nosotros.