Nuestro centro ha construido una oferta educativa que se sustenta sobre una serie de planteamientos básicos, que definen nuestro decálogo educativo.

Debe apuntar al desarrollo de todas las dimensiones de la personalidad del alumno. Esto exige que avancemos hacia una concepción más integrada del niño, en la que no se hagan distinciones entre su formación intelectual y su formación personal, afectiva o social.

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Desde esta perspectiva, la educación integral debe entenderse desde el punto de vista de programas educativos amplios, sostenidos sobre experiencias de aprendizaje significativas, variadas y ricas, donde se reconozcan y estimulen los distintos modos de aprender y las características personales de cada estudiante.

CONCEBIR

La educación como un proceso integral que apunta al desarrollo armónico de todas las dimensiones de la personalidad del alumno.

ENFOCAR

El aprendizaje como un proceso de construcción personal en el que el alumno ha de desempeñar un papel protagónico y activo.

ADAPTAR

La enseñanza a las necesidades de cada alumno, articulando las medidas de atención a la diversidad que sean necesarias.

CONECTAR

El proceso educativo con la vida, haciendo explícita la relevancia, funcionalidad y utilidad de los aprendizajes.

PROMOVER

El interés y la curiosidad de los alumnos por el entorno físico, social y cultural, a través de situaciones basadas en la observación, el descubrimiento y la investigación.

EDUCAR

Alumnos capaces convivir de forma constructiva y participar activamente en la vida de la escuela.

CONSIDERAR

El arte como una herramienta fundamental para el desarrollo armónico del individuo.

AMPLIAR

Las posibilidades comunicativas de los alumnos potenciando sus competencias lingüísticas en más de una lengua y formándolos en la utilización de las nuevas tecnologías de la como vehículo de apertura al mundo.

FOMENTAR

El trabajo cooperativo y la construcción compartida de conocimientos.