El equipo de profesores y los asistentes nativos partícipes en el proyecto, promoverán un aprendizaje exhaustivo sobre nutrición fomentando que nuestros alumnos mejoren sus dietas a través de un progreso en sus hábitos alimentarios y una higiene adecuada. Así, decrecerá el consumo de bollos en los recreos del colegio, sustituyéndolos por fruta.
Desde este proyecto, apostamos por crear un sentimiento de orgullo por la escuela y su entorno, además de la satisfacción que procura el huerto.
El huerto, además, facilitará un espacio de encuentro, en el que familias, educadores y niños, compartirán un espacio donde poder trabajar juntos.