Nuestro planteamiento metodológico se basa en una propuesta en la que una parte significativa del trabajo escolar se desarrolle a través de grupos de aprendizaje cooperativo.
Nuestros centros entienden el aprendizaje cooperativo como…
… una estructura de aula, que regula las oportunidades de interactuar de los estudiantes.
… una cultura, que establece la concepción que sobre dicha interacción mantienen el profesor y los alumnos.
“… un sistema de interacciones cuidadosamente diseñado que organiza e induce la influencia recíproca entre los integrantes de un equipo”
Esta apuesta por la cooperación en el aula responde a la importancia que tiene la interacción social en el proceso de aprendizaje del alumno. De hecho, en la actualidad las evidencias en este sentido resultan tan abrumadoras, que ya nadie se atreve a cuestionar la necesidad de promover la interacción social en la escuela.
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Vistas desde esta perspectiva, las dinámicas de cooperación constituyen un esfuerzo por ordenar y dotar de eficacia la interacción social entre alumnos, creando las condiciones necesarias para que los estudiantesquieran, puedan y sepan trabajar en equipo.
De este modo, conseguimos que los alumnos trabajen juntos, en pequeños grupos heterogéneos, con el objetivo de alcanzar una meta común: su propio aprendizaje.
Ahora bien, la dinámica cooperativa no elimina, ni mucho menos, el trabajo, el estudio y la ejercitación individual, sino que los sitúan dentro de un marco grupal, en el que todos los alumnos son co-responsables, en cierta medida, de su propio aprendizaje y del de sus compañeros. De este modo, aumenta el nivel de procesamiento de la información, el rendimiento y logro académicos, el esfuerzo personal, la productividad, las relaciones de ayuda, la salud psicológica, la competencia social y la autoestima.
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